¿Cómo no se le ayuda?

En la búsqueda por encontrar la recuperación, también suelen cometerse algunos errores que en lugar de mejorar, empeoran la situación:

  • Castigar, amenazarlo o tratar de chantajear al enfermo.
  • Ocultar el problema y solaparlo.
  • Mentir o asumir las responsabilidades que, por el alcohol, el enfermo ha desatendido.
  • Beber con el enfermo, pensando que así no correrá más peligro en la calle o para hacerlo sentir culpable de que el familiar también se intoxique.
  • Esconderle la bebida.
  • Realizar prácticas devocionales con búsqueda de un resultado “mágico”, como hacer mandas, novenas, visitar a curanderos, realizar “limpias”, llevarlo a “jurar”, etc.
  • Internarlos, contra su voluntad, en centros de tratamiento.
  • Relegarlos del círculo familiar, “esconderlos”, negarlos.
  • Probar con medicamentos, yerbas o pócimas mágicas.

Véase también a Primero yo.