«El Matrimonio no es una taza de leche»

Felipe Jeria y Marta Pizarro
Felipe Jeria y Marta Pizarro

En vísperas de su matrimonio, llegaron Felipe Jeria y Marta Pizarro a nuestro barrio. Marta tenía parientes en la parroquia, de hecho, aquí velaron a su abuela. Los dos llegaron para reparar una casa que después sería suya. Se casaron el 6 de diciembre de 1969 y, este año, cumplirán 45 años de casados. Con el paso de los años, su familia creció: tienen tres hijos, 5 nietos, y una bisnieta. De todos sus nietos, Emilia, siempre está algo temerosa de quien escribe este artículo.

Sin embargo, como observó Felipe, «el matrimonio no es una taza de leche». En 1972, tuvieron una pena muy fuerte. Ellos fueron grandes colaboradores en la pastoral de los colegios de sus hijos. Luego, sucedieron otras cosas negativas, y, como dijo Felipe, «nos preguntamos: ¿Qué quiere el Señor de nosotros en nuestra angustia?» Se acercaron al párroco que, en aquella época, era P. Ricardo Elliot, C.S.C., con quien vivieron antes un Encuentro Matrimonial. Pronto llegó P. Malcolm Johnson, C.S.C., y él los llevó a la catequesis pre-matrimonial. Juntándose con otros cinco matrimonios, incluyendo a Marta Angulo (secretaria parroquial en ese momento) y su marido, Héctor «Tito» Fuentes (quie fuera profesor por más de 50 años en el colegio), los Briceños, Alda y Bernardo Conejera, Alsino y Maut Gutierrez, y, por supuesto, P. Malcolm; formularon un plan e hicieron un modelo de catequesis.

Felipe y Marta, también  han sido parte de la catequesis familiar y de la preparación pre-bautismal. Actualmente son parte del comité de liturgia, el coro de las 11:00, Grupo Esperanza (Marta), ministra extradorindaria de la comunión (Marta), Consejo de Asuntos Económicos (Felipe), y Consejo Pastoral (Marta). Felipe también era coordinador parroquial desde 2004 hasta 2010.

Dentro de todos los años, dice Felipe, «El trabajo fuerte fue la reconstrucción de esto» (haciendo un gesto al templo, y refiriéndose al terremoto de 1985). Colaborando con P. Malcolm, Marta y Tito, Yoly (Yolanda) Baeza; haciendo kermeses, juntando dinero, Felipe recuerda y dice: «Tan lindo este trabajo. La parte de reconstrucción fueron lazos fuertes con cada uno».

En ese entonces, también realizaron una obra de «Cristo Roto», con un equipo de cuatro matrimonios. Dieron charlas en la parroquia, en el colegio, y en los demás colegios del sector.

Desde que llegaron hace tantos años, «nuestra hija menor vino en brazos»; Marta dice que la parroquia «ha sido parte de nuestra vida». Felipe agrega que ha sido «un apoyo fundamental como matrimonio y familia».

Felipe dice que «El matrimonio no es una taza de leche», y sin embargo, su matrimonio ha sido fortalecido por la comunidad de la parroquia. De todas las pastorales, ¿su favorita? La catequesis pre-matrimonial. Felipe dijo, «Más que lo que entregamos, recibimos de las parejas. Fue útil para la crianza de nuestros hijos. Y estos matrimonios pasaron a ser amigos». Sólo por mencionar, Mario Carrasco y su esposa pidieron que Felipe y Marta  fueran padrinos de su primer hijo, y la amistad con Luis Oyarzo y su esposa, Paula, nació cuando les hicieron catequesis.

Del matrimonio y la familia, en Evangelii Gaudium, el Papa Francisco nos dice:

La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no procede « del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total ». (#66)

Gracias a este matrimonio: Felipe y Marta, por como han contribuido y fortalecido la vida familiar y la fe en nuestra parroquia. Aunque «El matrimonio no es una taza de leche», ellos han brindado un gran ejemplo de entrega y servicio. Personalmente, agradezco mucho a Felipe, quien me ayudó fuertemente en todo cuanto a finanzas y administración se refería, sobre todo supervisando el aseo y mantención del templo y casa parroquial de la parroquia durante mis primeros tres años como párroco.

Padre Cristóbal esta publicando un retrato de las personas del barrio todos los días del 2014 como una forma de participar en la Misión Territorial. Nuestro barrio está lleno de personas interesantes que contribuyen de diversas maneras a la comunidad. Él visitará tanto a los participantes activos de la parroquia, así como a aquellos que no participan mucho en ella, y, en unos breves párrafos, intentará compartir algo de su historia; quiénes son y lo que somos como comunidad.

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