Conduciendo otros hacia Dios

Sergio Bravo y Marta Valenzuela
Sergio Bravo y Marta Valenzuela

Hay un chiste que me encanta contar en presencia de mi amigo Sergio Bravo:

Mueren al mismo momento un chófer de taxi y un sacerdote. Los dos llegan a los portones del cielo, y son recibidos por San Pedro. Los dos entran a la felicidad del cielo.

San Pedro los invita a seguirle hacia sus lugares. Al chófer, San Pedro le dirige a una mansión enorme, bella. El chófer feliz entra.

Siguen caminando San Pedro y el sacerdote hasta que llegan a una cabaña chica, botada. Y San Pedro, «Bienvenido»!

El sacerdote se entristece, y dice, «No quiero molestar, pero yo servía al Señor muchos años como sacerdote. Porque el chófer recibe tanto premio, y yo algo tan pequeño».

San Pedro contesta, «Padre, agradecemos su servicio al Señor, pero cuando usted predicaba la gente dormía. Cuando este manejaba, la gente rezaba»!

Marta Valenzuela y Sergio Bravo
Marta Valenzuela y Sergio Bravo

Sergio Bravo y Marta Valenzuela se casaron el 21 de diciembre 1980. Se conocieron por un amigo de Sergio que es ex-pololo de Marta. Ahora, tal hombre es un padrino para ellos. Juntos, Sergio y Marta tienen cinco hijos y tres nietos.

Además de ser chófer de taxi, Sergio, junto con Marta, son catequistas de primera comunión para los niños. Después de trabajar en Colegio Nuestra Señora de Andacollo, Marta se dedica a clases particulares, su familia, y la parroquia. Ella prepara el guía que se ocupa los domingos en la parroquia. Los dos son parte del comité de liturgia.

Especialmente, estoy agradecido por su acompañamiento de tantos niños y sus familias en camino hacia la primera comunión. Como dice el Papa Francisco en Evangelii Gaudium:

El auténtico acompañamiento espiritual siempre se inicia y se lleva adelante en el ámbito del servicio a la misión evangelizadora. La relación de Pablo con Timoteo y Tito es ejemplo de este acompañamiento y formación en medio de la acción apostólica. Al mismo tiempo que les confía la misión de quedarse en cada ciudad para «terminar de organizarlo todo» (Tt 1,5; cf. 1 Tm 1,3-5), les da criterios para la vida personal y para la acción pastoral. Esto se distingue claramente de todo tipo de acompañamiento intimista, de autorrealización aislada. Los discípulos misioneros acompañan a los discípulos misioneros. (#173)

Juntos, Marta y Sergio conducen muchos a Dios por su entrega generosa al pueblo de esta parroquia.

Padre Cristóbal esta publicando un retrato de personas del barrio todos los días en 2014 como una forma de participar en la Misión Territorial. Nuestro barrio está lleno de personas interesantes que contribuyen de diversas maneras a la comunidad. Él va a visitar a los activos en la parroquia, así como aquellos que no participan mucho en la parroquia, y, en unos pocos párrafos breves, intenta compartir algo de su historia y quienes son y lo que somos como una comunidad.