
El barrio nuestro tiene varias familias que llevan hartos años en su casa. Las Hermanas Pinto, Luisa y Ana María, están entre ellos. Ellas nacieron en la misma casa donde viven hoy en día. ¡Llevan más que setenta años (aunque no querían decir con precisión cuantos tienen en la casa)!
Ellas también participan en el Grupo Rosario, Club Adulto Mayor, y la Pastoral Vocaciónal de la parroquia. Son dos mujeres de oración.

Siempre solteras, se han trabajado en varias cosas durante sus vidas, pero siempre han sido Andacollinas!
Como dice el Papa Francisco:
Sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga. La Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra enormemente que se multipliquen en todas las instituciones eclesiales los grupos de oración, de intercesión, de lectura orante de la Palabra, las adoraciones perpetuas de la Eucaristía. Al mismo tiempo, «se debe rechazar la tentación de una espiritualidad oculta e individualista, que poco tiene que ver con las exigencias de la caridad y con la lógica de la Encarnación» (Evangelii Gaudium, #262)
La Parroquia ofrece sus gracias para estas dos hermanas de oración.
Padre Cristóbal esta publicando un retrato de personas del barrio todos los días en 2014 como una forma de participar en la Misión Territorial. Nuestro barrio está lleno de personas interesantes que contribuyen de diversas maneras a la comunidad. Él va a visitar a los activos en la parroquia, así como aquellos que no participan mucho en la parroquia, y, en unos pocos párrafos breves, intenta compartir algo de su historia y quienes son y lo que somos como una comunidad.